Mi madre me dijo: "¡Cómprate muchos vestidos bonitos en Londres!". Así que esta vez decidí patrullar la zona de Covent Garden. Quería ver un par de tiendas de las que había visitado las páginas web.

Mi inspiración para ir de compras no estaba en su culmen caminando por Long Acre... Me probé algo pero la talla o el costo no me convenían. Por último llegué a "Arrogant Cat" en Monmouth Street y me pareció que "podría ser mi estilo", mas no lo bastante como para comprar algo de esta temporada. Mientras tanto empezaron a caer grandes gotas de agua en mi pequeño callejero, que pronto se manchó y mi estómago dio un golpe de mediodía, así que decidí parar en un Pret a Manger de camino y pensar en mi "qué hacer" en frente de una ensalada. Había un lugar que quería ver. Tiene por nombre "Rare and Vintage Guitars" en una pequeña calle que cruza Charing Cross Road. Cuando llegué allí no sabía que había encontrado el sitio del pecado. Toda la zona está repleta de tiendas de música. Las visité todas y cada una y por fin entendí por qué no estaba inspirada comprando vestidos ese día. Tenía una idea maligna, obscura y pecaminosa que estaba nutriendo en mi cabeza durante los últimos días. ¿Qué podía anudarme a la urbe de la ciudad de Londres como un pacto de sangre indisoluble? (Además de hacer el amor con un muchacho inglés en la ciudad - pero esto no sucedió) Me adquirí una guitarra. Una pequeña guitarra tradicional, de 3/4 (¡el tamaño se ajusta a mí!), el instrumento de viaje idóneo para tocar en el metro.

Se dijeron muchas cosas sobre esta idea. Más info pinchando: Asterisco.orgLe dije a todo el mundo que deseaba presentar mi último álbum "Gloucester Road" algún día en el metro y todos parecían muy orgullosos por mí. Algunos compañeros míos querían llamar a la BBC para el acontecimiento especial, etiquetando el concierto como "un italiano en Londres, cantando un concierto político, ¡el primer concierto de extrema derecha efectuado en el metro! Cuando tomé esa pequeña guitarra en mis manos, recordé de pronto por qué razón estaba allí. Había decidido irme solo a Londres para buscarme a mí en serena soledad... hmm, sí, por qué no, en un sitio como Londres. Llevando conmigo mis libros sobre electrónica para estudiar a altas horas de la noche o muy temprano por la mañana, lejos de las clases de la universidad, lejos de mi familia y de las continuas riñas de mis padres, lejos de los mártires políticos y de la gente que cuenta si digo el número correcto de palabras (correcto, según ellos), lejos de las llamadas telefónicas de la persona que primero me engañó y ahora me persigue y convirtió mi vida en una pesadilla. Buscando lo auténtico... por qué no, en un lugar como Londres. No me pregunten quién es Samuel Johnson... sé poquísimo de él, mas sé que dijo "¡Cuando un hombre está fatigado de la ciudad de Londres, está agotado de la vida!". Aparte de donar mi cd al Museo del Transporte de Londres y visitar otros museos, deseaba proseguirse mi instinto. ¡Me necesitaba a mí! ¡Me echaba de menos! A lo largo de la semana había conocido a gente nueva e increíble, me hallé con algunos amigos y eché de menos a otros, pensé mucho cuando volví a mi microscópica habitación del albergue indio, comí muchas manzanas y descubrí la frambuesa (no me morí de hambre, como alguien insinuó. Realmente gasté menos de seis libras en comida y agua a lo largo de toda la semana).

No deseaba hacer otro concierto político "en familia" entre gente que mayoritariamente o bien "aparentemente" piensa como . No deseaba hacer el gran escándalo en la televisión (como alguien sugirió). Quería tocar en el metro delante de la gente más variopinta, eludiendo las fotocámaras y las cámaras de vídeo, evitando los compañeros y las cruces celtas. Sólo yo, mi nueva guitarra y lo inesperado. Con lo que apagué el teléfono, volví a mi habitación para probar alguna canción nueva ya antes del gran acontecimiento, escribí la letra que no recordaba en letras grandes en mi cuaderno azul claro y después salí.

Solo había dos estaciones donde podía tocar esa noche: Clapham Common o bien Vauxhall... no tan lejos de la Power Station. Escogí la primera... menos "zona de trabajo" y más "sitio de vida", creo. Quizá todo comenzó porque diferentes amigos míos me mostraron sus casas en los aledaños de Battersea, Clapham, Vauxhall en ese gran invento llamado Google Earth. Mirando con atención hace poco vi esa extraña forma y me pregunté por ella. La Central Eléctrica me ha dejado absolutamente atontado.

En el tren subterráneo estaba preocupado y mi corazón latía tan rápido y tan fuerte. No me acordaba de la letra, mas esto siempre pasa, porque me he llenado la cabeza de fórmulas matemáticas para mis exámenes. Nunca había tocado con una guitarra de 3/4, es tan pequeña y es más difícil de tocar que un instrumento de tamaño normal. Estaba seguro de que habría hecho algún desastre. Me bajé del tren en Clapham Common, entré en uno de los pasillos de salida y mirando a mi alrededor elegí parar en medio de los paneles "northbound - southbound".

Me sentía como una actriz antes de una función, en el escenario, y el teatro vacío estaba a puntito de abrirse al público pronto. La larga escalera mecánica era mi patio de butacas, como un viejo teatro griego o romano. ¡Vaya, era tan grande! Sabía que debía cantar fuerte a fin de que me escuchasen. No tenía amplificación. Estaba allá "al natural". Bien, era mi momento.